lunes, noviembre 16, 2009

Ágata, la habilosa perra policía amenazada de muerte por narcos

No hay droga que pase inadvertida en su nariz; por eso, es la principal pesadilla de la mafia. Las intenciones de eliminarla fueron descubiertas al interceptar un diálogo telefónico.


“La agente Ágata nos está trayendo muchos problemas. Hay que matarla cuanto antes”, tramaban unos narcotraficantes colombianos en una conversación radial que interceptó la policía, el 25 de octubre pasado.

La amenaza puso en alerta de inmediato a los uniformados, pues se trataba de la agente antinarcóticos más efectiva de la región del Amazonas: currículum intachable, cuatro patas y cuerpo peludo; una perra labradora que detecta cuanta droga se cruce en su camino.

Y para evitar que Ágata -de dos años y medio de edad- corra cualquier peligro, las autoridades policiales ordenaron, además del patrullero con el que trabaja, ponerle un guardaespaldas las 24 horas del día. Es que cualquier método es válido para evitar que la valiosa agente sea asesinada.

La más reciente operación en la que participó esta perra policial fue justo un día antes de ser amenazada de muerte por la mafia, según cuenta el diario local “El Tiempo”.

Era mediodía en el aeropuerto Alfredo Vásquez Cobo de Leticia y Ágata estaba de guardia en el lugar. De pronto una mujer pasó con su equipaje al control policíaco. La perra la olió y se sentó a su lado, acción que avisaba que algo no andaba bien. Los agenstes revisaron las maletas y una de ellas tenía doble fondo, que al abrirlo contenía cuatro kilos de cocaína.

Y lo mismo hizo dos días antes. En unas de sus rondas por el área de carga del terminal aéreo, la agente perruna insistió en olfatear una encomienda remitida desde Bogotá. Su guía, el patrullero Óscar Chuna, la revisó, pero no halló nada. Ágata insistió, y al registrarla de nuevo encontraron 1.575 gramos de heroína. Por algo se ha convertido en la pesadilla de los narcotraficantes.

Condecorada

Como buena policía, de Ágata se sabe poco. Sólo que nació en marzo de 2002 en el Centro de Adiestramiento Canino de la Policía, en Suba, al noroeste de Bogotá, y desde los cuatro meses fue llevada a Leticia.

Fue allí donde recibió seis meses de adiestramiento antidrogas, que hoy la hacen famosa. Y es que apenas a un mes de estar trabajando ya dio su primer golpe: descubrió una caja con dos kilos de cocaína.

“Esta perrita tiene habilidades especiales para detectar drogas; junto a tres perros que trabajan en la Costa Atlántica y Bogotá, son los mejores”, asegura otro adiestrador del Centro Canino.

Y como todo héroe debe ser condecorado, el alcalde de Leticia, Juan Carlos Velásquez, la distinguió con la más alta condecoración de la zona. Ella ladró contenta y hasta le dio “la mano” -en este caso la pata-, demostrando que además de buena policía, también tiene las gracias de un perro simpático.


Fuente: http://www.lun.com/

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