domingo, marzo 21, 2010

La era del rock pusilánime

El rock, como mi vieja mula, ya no es lo que era. Lejos quedaron aquellas épocas en las que un rockstar era un inadaptado social, pelilargo, roñoso, encantadoramente feo, vestido con harapos glam y capaz de incendiar un puesto de la Cruz Roja usando como lanzallamas una caja de Tres Patitos y un Cocker Spaniel con gases por el solo placer del vandalismo imbécil. Ahora cualquier pusilánime saca chapa de rockero con poner la jeta en la tapa de un disco y, por ende, después termina sucumbiendo ante vicios maricotas y recurriendo a curas aún peores. Tal es el caso de Tom Chaplin, aka "el gordito mofletudo que canta en Keane", a quien no se le ocurrió mejor idea que declarar lo siguiente: "El golf me ayudó a superar mis problemas con las drogas". Daaaaale.

Por eso, teniendo en cuenta que Pop Life es servicio, nos anticipamos a los tiempos que se vienen y arriesgamos quiénes serán los próximos pseudorockeros ñoños y delicaditos (más un bonus track) que curarán sus males burgueses en base a terapias muy poco pulentas. A saber:

AVRIL LAVIGNE: "El macramé me ayudó a superar mis problemas con el Ades de naranja".
Embarcada en un derrotero letal de ingesta de leche de soja saborizada y posteriores evacuaciones seriales, la cantante canadiense descubrió el arte de hacer cosas inútiles con nuditos de manos de un plomo de Napalm Death. Poco después era tan ducha haciendo nudos que su manager solía decirle "Avril, ¿por qué no me anudás esta?", en referencia a una soga que el ejecutivo quería convertir en un lazo para pegarse una buena colgada y dejar de pasar vergüenza al lado de ella.

EL JONAS QUE SE PARECE A ARANTXA SANCHEZ: "El Ludo Matic me ayudó a superar mis problemas con la rúcula".
Luego de fracasar con una terapia experimental consistente en clavarse cuatro películas de Esther Goris por día mientras hacía gárgaras de Cif, EJQSPAAS descubrió las bondades del jueguito del "clac clac" y abandonó la mariconada gastronómica. Ahora es capaz de comerse una grande de jamón y morrones con moscato tibio, como debe hacerlo todo hombre que se precie de tal. Bien por él.

LA NENITA QUE CANTA EN TOKIO HOTEL: "Los muñequitos Pin&Pon me ayudaron a superar mis problemas con Racing".
Inmersa en la insana depravación de ver perder una y otra vez a la Academia, LNQCETH primero lanzó su propia línea de juguetes inspirada en los míticos Mi Pequeño Pony, sólo que estos se llamaban Mi Pequeño Pene y no eran caballitos. Luego recibió de manos de Boy George uno de los famosos P&P y se curó de la adicción racinguista, tras lo cual sólo le queda como vicio ocasional el hacerse ganbanguear por sendas piaras de jabalíes en celo todos los martes a eso de las tres de la tarde.

TOTI DE HIJOS DEL OESTE: "Las drogas me ayudaron a superar mis problemas con el golf".
Invitado a pegarle a la pelotita con el palito por un colega aburguesado, el ex vocalista de Jóvenes Pordioseros se hartó a los ocho minutos y se inyectó un cóctel de pepa, jugo Clight y plutonio, para luego robarse un Rastrojero tuneado y estrellarlo contra el Monumento a la Bandera, todo un logro teniendo en cuenta que la cancha de golf estaba en Garín. Consultado al respecto declaró: "Jeje".


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Autor: Diego Mancusi -  Rolling Stone Magazine
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