Mujer salva a perrito de ser atropellado

Una tarde común, problemas comunes... cada quien es sus respectivos asuntos... ir y venir de la gente. De pronto entre la muchedumbre se escucha un grito: 

"¡Un perro, un perro, cuidado!"

Era el grito de una mujer que hizo que un camionero detuviera abruptamente su marcha. Confundido, el chofer no tardó en comprender lo que estaba pasando... estuvo a punto de arrollar a un perrito. Y la mujer, de esa manera, había evitado el desafortunado hecho.

Sin embargo resultó herido en una de sus patas delanteras. Esto se debe a que una de las llantas del autobús le atrapó la pata contra el pavimento.
El perro lanzó un alarido, estuvo corto tiempo con la pata parcialmente oprimida, pues el chofer sólo se detuvo, sin bajarse a ver lo que ocurría.

Sorprendiendo a los presentes, el chófer desde el volante tiró agua al desafortunado perrito para que se quitara, al parecer, porque no sabía que la pata estaba atrapada por la enorme rueda.

El perro siguió aullando hasta que el camionero, siguiendo unas indicaciones, retrocedió unos centímetros y el canino, cuyo cuerpo estaba debajo del camión, se libró.

Unos segundos bastaron para que el perro lamiera su pata, herida y luego, siguió su camino por el sector.

Aquí el reportaje de los hechos:

Cuando interrogaron a la mujer, su respuesta fue sencilla... pero dotada de admiración:

"Es callejero, no tiene dueño, siempre anda por acá" 


Alguna gente recurrente de ese cruzamiento no ve con buenos ojos a ese perrito flaco, y que padece de sarna... pero eso no justifica de ninguna manera su muerte.

Así, sólo una señora, una sencilla ama de casa marcó la diferencia de nuevo con su preceder, que sin duda alguna nos advierte con 3 palabras:

VALORAR LA VIDA