Por: Montserrat Arqué | 23 de Mayo, 2012 | 18:12
En agosto de 2010, la revista Time impactó al mundo al llevar a su portada una joven de origen afgano de 19 años de edad de nombre Bibi Aisha, quien fue desfigurada de su rostro, al habérsele amputado la nariz y ambas orejas.
Aisha fue retratada por Jodi Bieber, quien difundió la historia de esta jovencita que regresó a su hogar localizado en Oruzgan, en Afganistán, seis años después de que tanto ella como su hermana fueran entregadas a un combatiente talibán para saldar una "deuda de sangre", luego de que un tío de las jóvenes asesinara a un pariente de este hombre, explica larevistadecirugiaestetica.com.
Aisha fue obligada a casarse con este hombre, quien la trataba a ella y a su hermana como esclavas; las mantenía encerradas en un establo y las azotaba constantemente, supuestamente para que pagaran por el acto cometido por su familiar.
Bibi logró escapar de las manos de su marido, quien luego de un año de buscarla, finalmente la encontró en Kandahar, la llevó de nueva cuenta a su casa y siguiendo los dictámenes de un juez talibán, le cortó la nariz y las orejas.
Tras cometer tan cruel castigo, el marido de esta adolescente la abandonó a su suerte, esperando a que muriera desangrada. Por fortuna, fue encontrada por miembros de una ONG norteamericana, quienes la asistieron y le salvaron la vida.
Como explica lavozdegalicia.es, tras ser dada de alta por los médicos, Bibi fue a parar a manos del refugio Women for Afghan Women (WAW), organización humanitaria que defiende y promueve los derechos humanos de las mujeres afganas, tanto en aquel país, como en los Estados Unidos, particularmente en Nueva York.
Cuando llegó a la WAW, Bibi no sabía leer, ni escribir y perdió el habla debido al episodio tan trágico en su vida; con ayuda de un psicólogo, poco a poco comenzó a decir unas cuantas palabras e incluso, en ocasiones, logró esbozar una sonrisa.
Luego de vivir varios meses bajo el cobijo de aquel refugio, la Fundación Grossman Burn intervino en el caso de esta chica, institución que logró que el gobierno norteamericano le diera refugio, así como el apoyo necesario para someterse a un procedimiento quirúrgico con el cual se lograra la reconstrucción de su rostro.
Después de practicársele varias cirugías, A Aisha se le colocó una prótesis de nariz, mientras los especialistas estudian la posibilidad de reconstruirle este órganos y las orejas utilizando huesos, tejidos y cartílagos del resto de su cuerpo, indica elnuevodiario.com.
A su llegada a América, la joven vivió bajo la custodia de Esther Hyneman, encargada de un centro de rehabilitación. "Cuando llegó, era una ruina emocional. Al abandonar el lugar, era un ser humano diferente", comentó esta mujer, a quien la chica adoptó como su abuela.
En diciembre del año pasado fue enviada a la ciudad de Frederick, en el estado de Maryland, a vivir en la casa de la familia conformada por el matrimonio de Mati Arsla y Jami Rasouli, quienes le han dado todo lo que necesite para que comience con estudios básicos y de inglés y le gustaría convertirse en policía.
"Aunque Aisha recuerda la esclavitud cada vez que se mira al espejo, todavía hay veces que puede sonreír", declaró la señora Arsla.
Actualmente, acude diariamente a terapia psicológica para prepararla para su siguientes cirugías, las cuales se llevarán varios meses para lograr el objetivo final, por lo que se necesita que la joven se encuentre fortalecida mentalmente y con una mejor actitud ante la tragedia que le ocurrió.
En el siguiente video, podrás observar la nueva vida que lleva Bibi, en donde se le nota feliz y muy ilusionada por tener un aspecto y sobretodo, una vida normal.
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