El director de la Casa de la Lujuria, Mauricio Álvarez, dijo que el inmueble de la calle Augusto Rodin ofrece seguridad y confort para quienes gustan de la vida swinger, y aseguró que es una asociación civil con permisos que otorga la ley
Desde 2008, Casa Swinger, la Casa de la Lujuria opera en la calle Augusto Rodin número 33, en la colonia Nápoles, delegación Benito Juárez, como un espacio donde confluye el erotismo, la diversión y la discreción, de acuerdo con el director del lugar, Mauricio Álvarez.
El 15 de mayo de 2008 Casa Swinger abrió sus puertas por primera vez con la finalidad de ofrecer seguridad y comodidad a quienes gustan de la vida swinger.
Esta práctica, explica el sexólogo Miguel Alejandro Espinosa Díaz en un texto de Héctor Ledezma, engloba a parejas que intercambian a su compañero de relación con otras y pueden llegar o no al contacto sexual.
Esto implica un conocimiento y consentimiento de las personas. Antes se denominaba "intercambio de esposas", pero por lo sexista del término, se sustituyó por "intercambio de parejas".
"(La Casa Swinger) nace de la inquietud de encontrar un espacio lleno de confort y seguridad.
"Normalmente los lugares swinger que frecuentábamos no llenaban nuestras expectativas y, al no satisfacernos del todo, por ende, no disfrutábamos al máximo nuestra experiencia. Por eso creamos un lugar que tuviera todo aquello que no habíamos encontrado hasta ese momento", explicó Mauricio Álvarez, en entrevista para El Universal Del Valle.
Precisó asimismo que, a pesar del costo para acceder al lugar, no se trata de un negocio, sino de una organización civil que cuenta con los permisos necesarios.
"No es un negocio, es una asociación civil como muchas otras que operan en nuestro país. Contamos con todos los permisos que otorga la ley", dijo.
Además afirmó que los ingresos se destinan al mantenimiento de la casa.
El costo por pareja es de 600 pesos e incluye barra libre con bebidas importadas.
Los jueves, las parejas pagan 300 pesos, mientras que los hombres que van solos deben pagar 600. Las mujeres que van solas entran gratis.
"Dentro de este espacio conglomeramos a muchos miembros que gustan de este estilo de vida, generando un divertimento y un espacio de reunión.
"Debe quedar muy claro que Casa Swinger no es un bar, no es un negocio, no es un centro nocturno, ya que, como se puede apreciar, a la entrada no existe ningún letrero que invite a la gente a pasar. Este lugar es un espacio de reunión a donde asistimos todos los amantes del estilo de vida swinger", enfatizó Álvarez.
Interacción en el interior de la casa
Las prácticas que se llevan a cabo son tríos, voyeurismo y exhibicionismo.
"El mundo swinger no sólo significa el intercambio de parejas; existen diferentes vertientes dentro de este ámbito: hay gente que le gustan los tríos, el voyeurismo o el exhibicionismo y todo eso lo encontramos reunido aquí en este espacio, debido a que contamos con unas instalaciones cómodas y seguras", aseguró Mauricio Álvarez.
"Las edades que oscilan entre las personas que nos visitan son entre 30 y 35 años. Hay gente que es muy tímida y le cuesta trabajo relacionarse la primera vez, mientras que otras parejas ya vienen muy animadas y sobre todo mentalizadas, por lo tanto, a estas últimas les es más fácil el interactuar y adentrarse al ambiente", manifestó.
El director de Casa Swinger expuso que lo que se realiza al interior del inmueble no está vinculado con lo sentimental en ningún sentido.
"Dentro de este mundo lo que intercambias es placer, erotismo, sexo. La vida sentimental de la gente es totalmente aparte. Esto es sexo puramente, nada tiene que ver con romance, mucho menos con amor".
Existe un código formado para los swinger en esta casa. Dentro del decálogo hay una regla considerada muy importante para todas las parejas:
- Si una persona dentro del lugar dice "no", se tiene que respetar esa decisión y no se debe pedir explicación alguna
No hay comentarios:
Publicar un comentario