Durante varias semanas los vecinos de Yakutsk, en el lejano Oriento de Rusia, presenciaron una historia conmovedora. Con un frío de casi 50 grados bajo cero un perro guardó durante días y noches el lugar donde falleció su compañera embarazada, esperando que volviera a la vida.
Los perros crecieron juntos cerca de un conjunto de garajes y todos los conductores locales les conocían. "Vinimos al garaje y vimos que había un perro muerto aquí, y yo lo moví desde el camino. Pero después apareció él y toda la semana permaneció al lado del cuerpo. Por la noche nos íbamos, y cuando volvíamos él estaba acostando sobre ella e incluso dormía sobre ella", comenta el residente local Serguéi Deviátko.
La historia del can ha recorrido la web y los foros interactivos locales. Sus integrantes no pudieron quedarse indiferentes y cada día llegan a este lugar para dar de comer al animal.
"Estaba tumbado aquí, y lo colocaron debajo de un lecho confeccionado con piel de ciervo. Le daban de comer pan y estas patas de gallina. Aquí está su escudilla. Sé que además mucha gente venía aquí y le traía comida caliente", dice Ala Komarenko, la directora de Fundación de Ayuda para los Animales.
Los ciudadanos locales lo bautizaron como el 'Hachiko ruso', en honor al famoso perro japonés que a principios del siglo XX esperó durante 10 años en una estación de ferrocarril el regreso de su amo ya difunto.
Una pareja que trabaja en la mencionada fundación decidió socorrer al infeliz perro. Lo llevaron al recinto, y toda la noche estuvo ladrando y aullando. Pero por la mañana cuando el animal se quedó solo se las arregló para escapar y volver a buscar a su compañera.
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