Desde el gobierno del estado se promueve un ambiente de intolerancia, represión y adoctrinamiento hacia los jóvenes, principalmente hacia las mujeres, denuncian organizaciones civiles
Domingo 18 de julio de 2010TEXTO CRISTINA PÉREZ–STADELMANNcristina.perez@correocpn.com.mx | El Universal
¡Puerca asesina!, fue el término que usaron médicos y enfermeras la noche que Rosario llegó al hospital General Regional de Guanajuato después de haber tomado pastillas para abortar. Tenía 19 años y, a su decir, una situación económica precaria que no le permitía hacerse cargo de un recién nacido.
“Me hicieron un legrado sin anestesia, mientras en el quirófano gritaban continuamente… ¡aguántate puta!…¡te vas a arrepentir por lo que hiciste!… ¡de eso nos encargamos nosotros!;… luego llegó el Ministerio Público, levantó un acta, y días después hombres de una camioneta café me sacaron de mi casa a punta de pistola para llevarme esposada a la cárcel de Guanajuato. Mis padres pagaron una fianza de 10 mil pesos, recibí una condena de 9 meses, más servicios comunitarios, y tres años de antecedentes penales que hasta hoy, me impiden obtener un trabajo con un buen sueldo, pues donde quiera que voy piden cartas de no antecedentes penales”.
Investigadores, analistas políticos y religiosos, así como miembros de la sociedad civil, advierten un ambiente de intolerancia, represión y adoctrinamiento hacia los jóvenes, sobre todo hacia las mujeres, en la entidad, con el afán de reforzar los principios católicos: “En Guanajuato se trata de imponer una religión de estado que no funcionará, pues los jóvenes están cambiando, toman pastillas anticonceptivas, usan condón y quieren llamarle a las cosas por su nombre: al pene, pene y a la vagina, vagina, mientras que desde el gobierno (estatal) reciben mensajes de represión”, señala Elio Masferrer Kan, investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.
Datos del Instituto de Salud Pública del estado de Guanajuato revelan que el número de embarazos entre adolescentes se ha incrementado de tal forma que en 2007 se registraron 81 mil103 y para 2009 el número ascendió a 97 mil 700. Entre el año 2000 y el 2009, 190 mujeres fueron denunciadas por el delito de aborto y nueve están actualmente en prisión sentenciadas por homicidio en razón de parentesco.
En noviembre del 2009 el Instituto de Seguridad Social de Guanajuato, ISSEG, ordenó suspender la venta de pastillas de anticoncepción de emergencia en 184 farmacias gubernamentales que administra en la entidad, entre estas las denominadas Post- Day y Cerciórate, distribuidas en los 46 municipios del estado.
Ángeles López García, directora del Centro de Derechos Humanos Victoria Diez, indica que en Guanajuato se vive un proceso peligroso de derechización del estado toda vez que se impulsa una política familista en la cual “las mujeres no existimos como individuos sino como parte de una familia heterosexual y con hijos; en lo legislativo ha habido una negativa desde hace tres años de emitir una ley que reconozca a la mujer como víctima de violencia”.
Guanajuato es el único estado de la República que no tiene una ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia. “El gobierno se negó a legislarla, de modo que aquí las mujeres están indefensas”, de acuerdo con López García.
En contraste, fue aprobada una ley integral de violencia, enviada por el gobernador Juan Manuel Oliva, que elimina los Centros de Atención a la Violencia Intrafamiliar y no tipifica la violencia institucional, docente, social, ni el feminicidio.
Reportes del Observatorio de Violencia Social y de Género de Guanajuato indican que 59% de las mujeres de 15 años y más han vivido incidentes de violencia por su pareja, en la comunidad, en el trabajo o en la escuela. El estado tiene la tasa más alta, a nivel nacional, en suicidios femeninos.
Estudios realizados por el Instituto Nacional de la Juventud refieren que en Guanajuato de cada 100 relaciones entre jóvenes un 75% de éstas se viven con violencia; por cada 100 víctimas masculinas de agresiones, hubo 545 femeninas, y dos de cada 10 víctimas de violencia en la entidad tienen entre 20 y 24 años, reporta Cristina Lara, en el estudio “La violencia Social y de Género. Desafío de las Cifras”.
“Entre las acciones que ha desarrollado este gobierno están el himno del Bicentenario, donde el gobernador imprimió su sello católico; la Lotería de Género, la eliminación de los centros de atención a la violencia familiar y una política restrictiva de la sexualidad entre adolescentes a través de los libros de texto”, comenta Rosalía Sánchez Cruz, capacitadora a grupos de mujeres del Centro Las Libres de Información en Salud Sexual, Región Centro.
Para Elio Masferrer, presidente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones, el himno del Bicentenario viola el Estado laico y debería reconsiderarse su promoción, pues vulnera la separación entre la iglesia y el Estado, y afecta además el principio de igualdad ante la ley, en la cual toda la sociedad debe sentirse representada y no excluida. “Hay que respetar la laicidad”, sostiene.
El especialista dice que hay una disputa en el interior del PAN, donde existe un sector que quiere reconstruir un partido católico nacional y otros que pretenden formar uno de inspiración social cristiana. En este afán, buscan expulsar o romper las alianzas que hubiera con evangélicos y judíos que militan en ese instituto político.
Luis Miguel Rionda, del Centro de Investigación en Ciencias Sociales de la Universidad de Guanajuato, sostiene “que el gobernador Oliva no pierde oportunidad de manifestar su fe católica al participar abiertamente en eventos religiosos”.
En la entidad, opina Rionda, las personas en el poder imponen su criterio basado en pensamientos excluyentes y de desprecio hacia aquellas manifestaciones que consideran desviadas, como lo es la controversia que en días recientes presentó Carlos Zamarripa, procurador de Justicia del estado, en contra los matrimonios entre parejas del mismo sexo.
Rionda califica a Oliva como el más conservador de los gobernadores que ha tenido Guanajuato. “Él no formaba parte de la élite panista, ha sido solo un ejecutor de determinaciones que toman los dueños del PAN, los miembros de la oligarquía local. Oliva siempre ha sido un subalterno de personajes de extrema derecha”.
Álvaro Delgado, autor de El Yunque, la ultraderecha en el poder, enfatiza que Guanajuato es sin duda el estado donde se materializa la manera de gobernar del PAN, como partido de la derecha: “En la entidad, hay una estrecha relación con la Iglesia católica y un permanente afán de llevar a las aulas su doctrina, y si no han ido más allá es porque el magisterio ha frenado esos propósitos”, sentencia Carrillo.
Educación conservadora
López García refiere que el gobierno del estado rebasó los límites de su conservadurismo al repartir, en las secundarias, libros de texto gratuito de Biología donde se borraron las imágenes de los aparatos sexuales masculino y femenino, y en el que definen la masturbación como “el goce egoísta que prescinde de la otra persona”. Por presiones del magisterio nacional, los volúmenes fueron retirados a los alumnos y quedaron como material de consulta en las bibliotecas por órdenes de la SEP estatal.
“La abstinencia ha sido reconocida como el mejor método para frenar el contagio entre adolescentes y permite a la persona ser dueña de sí. Incluso países que antes destinaban fuertes sumas de dinero para promover los anticonceptivos, ahora han implementado programas de promoción de la abstinencia, pues ésta, entre otros beneficios, forma hábitos y valores como el autodominio, la fortaleza y la reciedumbre”, indica el libro.
“Hoy el tema de sexualidad en los libros de texto se sigue impartiendo a través de la culpa y mala información, e imperan las creencias personales de los dirigentes del PAN”, asegura López García del Centro de Derechos Humanos Victoria Diez.
Para el gobierno de Guanajuato el mejor método anticonceptivo y para prevenir las enfermedades venéreas se encuentra en la abstinencia y esperar hasta el matrimonio para llevar una vida sexual activa con el esposo o la esposa. En la página 216 del libro se lee: “la píldora de emergencia puede tener consecuencias más graves que las pastillas anticonceptivas porque tienen mayor concentración de hormonas y puede derivar en cáncer de útero”.
Gabriela Rodríguez, presidenta de Afluentes, sociedad civil que promueve la salud sexual y reproductiva, argumenta que en Guanajuato se favorece la ignorancia, y el aparato del Estado ejerce un control sobre los jóvenes a través del desprecio del cuerpo y la sexualidad. “Desprestigian los anticonceptivos, mienten sobre el uso del condón y evitan que los adolescentes utilicen la anticoncepción de emergencia. En el estado hay una rotunda represión y negación de la sexualidad”.
Lo más grave, dice, es que no hay una sanción por el dispendio que se hizo de los recursos públicos para la elaboración de estos libros de texto, y agrega que Guanajuato carece de una educación de calidad, a la que sólo pueden acceder quienes cuentan con recursos económicos, lo cual abre las brechas entre ricos y pobres.
Álvaro Delgado, autor del libro El ejército de Dios, afirma que en León, Guanajuato, hay una sola preparatoria pública para decenas de miles de muchachos que podrían estar condenados a quedar fuera de la escuelas por no contar con recursos para una escuela privada, “esto acredita la política excluyente, autoritaria y represiva del PAN en esta entidad “.
La sexualidad prohibida
“El aborto es parte de esta visión ultraderechista instaurada en el gobierno de Guanajuato, el propósito es convertir en políticas públicas todo cuanto ordene la Iglesia católica”, asegura Álvaro Delgado.
“Tomé una decisión, y fui criminalizada un año y medio y hasta la fecha por ello, y no será hasta el 2012 que pueda volver a trabajar con un salario digno”, continúa Rosario, quien hoy se define como una mujer fuerte, valiente y decidida que considera hizo lo que debía: “pues tenía y tengo derecho a decidir sobre mi cuerpo”, agrega quien en estos días debe ir al panteón, a cambiar las cenizas del hijo que abortó. “Puede sonar contradictorio, pero yo siento mucho lo que ocurrió; e insisto en que creo que hice lo correcto”, dice.
Armando Pérez Cabrera, director de Salud Pública de la Secretaría de Salud de Guanajuato, asegjra no tener conocimiento tangible de un acto médico de esta naturaleza en el estado en la actualidad, pero “si acaso los hechos ocurrieron como refiere Rosario, también habría que revisar qué era lo que estaba pensando el médico; es decir, habría que considerar su punto de vista personal y sus principios como ciudadano. Nosotros debemos acatar la reforma constitucional que establece el derecho a la vida desde la concepción y hasta la muerte natural, y esa es la única postura que puede tener esta institución”, sentencia.
Hilarino Díaz Serna, presidente de la Asociación de Padres de Familia de Guanajuato, sostiene que “el estado se convierte hoy en la punta de lanza para fortalecer la institución familiar como pilar fundamental de la construcción de una sociedad sana y sólida. Señala que los niños tienen derecho a una familia integrada por una madre y padre, y así evitar que los jóvenes tengan relaciones sexuales sin límites que generan embarazos no deseados, lo que conlleva a hogares disfuncionales”.
Testimonios de mujeres guanajuatenses referidos por el Centro Las Libres de Información en Salud Sexual revelan que se sienten agraviadas, temerosas y en riesgo de ser las próximas víctimas de la reforma constitucional si optan por el derecho a decidir su reproducción, maternidad, salud y proyecto de vida.
“Existe una cacería contra las mujeres, liderada por los médicos de los hospitales públicos que denuncian a toda aquella que hubiera abortado; por lo tanto, aquellas que optan por un aborto lo hacen en la clandestinidad, la soledad, la ignorancia y la oscuridad”, acusan las activistas.
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